El enfoque sistémico ofrece una perspectiva global del sistema de las relaciones del individuo, la pareja o la familia. Es muy recomendado para trabajar con asuntos relacionados con conflictos en las relaciones entre sus miembros. Una de las ventajas de este enfoque es que permite trabajar con asuntos que incluyen a otras personas (pareja, familiar, etc.) aunque se trabaje de forma individual.
Terapia de la Pareja
Apunta a resolver problemas que hayan surgido en la convivencia de ambos miembros. A sus efectos la Orientación Sistémica se ha demostrado ser la más adecuadas y eficaz ya que ofrece una perspectiva global del sistema de las relaciones del individuo, la pareja o la familia.
Se inicia con una entrevista conjunta que tiene por objeto una evaluación amplia de ambos miembros a fin de identificar las áreas de conflicto que los afecta. Se amplía la información con instrumentos de evaluación y se orienta la terapia con estrategia terapéuticas que apuntara a resolver los problemas de comunicación, carencias afectivas, deficiencias motivacionales y otras que resulten significativas y, muy especialmente, reconquistar el sentimiento de mutua de confianza.
Se parte del acuerdo una total sinceridad y respeto con su pareja, ante el terapeuta y también en su intimidad. Es parte del proceso realizar tareas entre las sesiones.
El compromiso de cumplir estos requisitos asegura el éxito del proceso terapéutico.
La Terapia de Familia
La orientación Sistémica ha resultado también la más apropiada para resolver situaciones de nivel conflictivo en el núcleo familiar.
A estos fines se aplican principios similares a los descriptos antes ampliándolos al grupo familiar.
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