El CETEM evalúa, estudia y trata los diferentes tipos de ansiedad. Los especialistas del CETEM tienen años de experiencia ayudando al paciente con trastornos de ansiedad a superar sus problemas y lograr una mejor calidad de vida.
También contamos con actividades educacionales. A través del Programa de Extensión a la Comunidad informamos al público general sobre estos y otros trastornos y las posibilidades de tratamiento.
La ansiedad forma parte de la condición humana. Constituye una respuesta natural de alarma a las situaciones amenazantes de modo que debe ser considerado una forma de protección y prevención de hechos desfavorables o peligrosos.
Pero en aquellas personas que sufren un Trastorno de Ansiedad, la ansiedad se trasforma en una especie de dictador interno, que le impide o perturba la realización de algunas cosas o conducirse con propiedad en ciertas situaciones. El sistema de alarma que mencionamos se dispara muy fácilmente o ante peligros que no lo son.
La persona en estos casos experimenta un estado displacentero por el sentimiento dominante de no poder controlar su ansiedad y de estar dominada por pensamientos persistentes centrados en su estado, sus temores o sus preocupaciones.
Junto a estos pensamientos la persona experimenta múltiples malestares corporales, tales como tensión muscular, palpitaciones, acaloramientos o sudoración, inquietud, cansancio fácil o estado de agotamiento.
Esta condición penosa le impide disfrutar numerosas situaciones placenteras o, en casos más graves, impide una vida normal.
La Ansiedad puede presentarse en forma brusca e intensa, recibiendo el nombre de crisis de ansiedad o pánico, o es persistente con pocos momentos de paz. Puede asociarse a un estimulo o situaciones especial y conocida o experimentarse sin motivo aparente.
En las Fobias Especificas la persona tiene temor a una cosa aislada, animal o situación, como las alturas. La fobia puede presentarse en otros casos en situaciones sociales, sufriendo por lo general severas limitaciones. La Agorafobia está caracterizada a su vez, por el temor a salir o quedarse sola en casa. El temor a contaminarse puede llevar a una persona a lavarse repetidamente las manos o por más tiempo que el necesario o sentir angustia por pensamientos que se relacionan con el posible daño a seres queridos como el Trastorno Obsesivo-Compulsivo.
Las preocupaciones son también generadoras de ansiedad. Forman parte de la vida normal, ya que nos permiten anticiparnos a lo que pueda suceder y evitarlo. Pero algunas personas tienen una tendencia a anticipar consecuencias catastróficas sobre lo que pueda suceder, o preocuparse en exceso por una variedad de cosas, tales como el trabajo, la familia, el dinero o la salud.
Esta forma de ansiedad recibe el nombre de Ansiedad Generalizada y conduce a un estado de agotamiento mental y físico, irritabilidad, inquietud permanente, tensión y dolores musculares. Las preocupaciones, que no la abandonan, le impiden a la persona disfrutar del tiempo libre.